A las 8 de la tarde en la Iglesia Parroquial de La Milagrosa, se Clausuraba el año jubilar en la celebración del 350 Aniversario de la muerte de San Vicente de Paúl y Santa Luisa de Marillac. Fundadores de los PP. Paules y de las Hijas de la Caridad. La Eucaristía la presidió el Sr. Obispo, D. Carlos Escribano y acompañado por 13 sacerdotes. Servían al altar cinco monaguillos pertenecientes a los cursos de catequesis. Armonizó la celebración la Polifónica Turolense dirigida por el P. Paúl, P. Muneta. La iglesia estaba llena de fieles pertenecientes a las asociaciones vicencianas y a la parroquia.( Reseña ofrecida en la página web de la diócesis de Teruel y Albarracín).
El día 27 de septiembre a las 8 de la tarde nos reuníamos todos los miembros de la familia vicenciana de Teruel, así como fieles de la parroquia que querían acompañarnos para celebrar la Eucaristía de Clausura, teniendo como novedad que, después de más de un año sin Obispo, el recién consagrado D. Carlos Escribano presidiría nuestra celebración, acto este que le agradecimos cuando acepto nuestra propuesta y que hoy le seguimos agradeciendo.
Han sido muchos los sacerdotes diocesanos que nos han acompañado en la celebración no solo en la Eucaristía de Clausura sino en los diferentes actos que a lo largo del año hemos ido celebrando, también los diferentes religiosos y religiosas de Teruel nos han ido acompañado a lo largo del año con ese espíritu de fiesta en los tres encuentros de oración y celebracion que hemos tenido. No podemos olvidar a aquellas personas que habiendo sido niños o adolescentes han pasado por las escuelas del Sagrado Corazón y que aunque no pertenecen a la familia vicenciana, tienen un profundo recuerdo de las fiestas celebradas antaño y que ante la convocatoria también nos han acompañado.
La celebración de la Eucaristía transcurrió en ambiente de fiesta y de gozo, recogiéndose el agradecimiento al Señor por la Vida de San Vicente y de Santa Luisa.
Don Carlos en su homilía nos hizo un recorrido por la vida e San Vicente, resaltando su trasformación de Cura a Santo, encontrando en ese recorrido a Santa Luisa ,fiel colaboradora en la fundación e las Hijas de la Caridad. Termino su alocucion agradeciendo nuestra labor y animándonos en que permanezcamos firmes en nuestro empeño de Servir al Pobre.
Al igual que hemos hecho en la celebraciones que hemos tenido a lo largo el año, terminamos con un “ Ágape” Fraterno, en el que compartimos con nuestro Obispo ilusiones y esperanzas, así como la alegría de estas bajo la guía de San Vicente y Santa Luisa.